Amaya Perucha es una firme defensora del eterno asombro. Licenciada en Ciencias Ambientales, compagina su trabajo como profesora en un instituto de enseñanza secundaria con la escritura, la ilustración y la narración. Porque lo importante es transmitir la magia de las pequeñas cosas.

Ya ha publicado casi una decena de álbumes siempre reivindicando de la idea de que los cuentos no son sólo para niños.